martes, 30 de septiembre de 2014

Puede que un niño esté saltando hacia su pubertad
y que al final se esconda del miedo a llegar.
Es probable que el sol no vaya a salir hoy,
pero qué mas da si todo lo tenemos bien planeado.
Me parece encontrarnos en un punto de equilibrio tendente a la caída,
aunque también cabe la posibilidad de estar ya allí sin saberlo.
Me perturbo cuando creo estar perturbado y luego me animo con la TV,
el consuelo de tantos asesinos en serio (e); huyendo y siendo encontrados.
Me siento en esta pradera seca y apunto de arder,
me asiento en mi multitud de girasoles,
me aprendo todos los versos en vez de escribir canciones,
vuelvo a tocar maravillas y disfruto con cada risa fina.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Las caras sonrientes son la máscara de la mentira,
la mentira es lo que perdura de lo que te gustaría ser,
lo que eres no es más que un momento olvidado,
me olvidé de cuánto te quise en el momento en el que tú quisiste,
me quisiste medio segundo y lo demás fue psicosis,
me vuelvo loco pero creo que puedo seguir.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Puede que ande de roca en roca,
de esas que resbalan y terminan en chapuzón o en hospitales de paredón.

Dicen que del tiempo tienen culpa los momentos,
poco confiesan los instantes.
Dicen que a la madrugada el frío llega y los amantes se enmascaran,
que la corrida fue de dos orejas pero la envidia les pudo.
Dicen que las cosas pasaron delante de todos
y las miradas fueron en dirección a La Meca.
Dicen que tu mirada un día fue mía,
pero hoy pertenece al constante desaparecer.
La niña pasea lento,
mientras el río sigue creciendo.
Se mide cada mañana y todo sigue igual,
pero los años le fueron mintiendo mientras las nubes pasaban.
La niña juega a perdonar porque no sabe odiar,
aunque muy temprano aprendió a mentir.
La niña maldice ya algunas veces,
sólo es culpa del azar.
La niña vuela alto,
llegó a tomar esas nubes con sus manos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Como una noche de la que no recuerdo en qué coche,
o si ya era de día cuando me decías que me querías.
Como una prisa que se pasea por la cornisa,
y se maquilla con los celos del madero.
Como una soledad que se acuesta en siete camas,
todas las noches que madruga
y son las mismas que no duerme.
Como una lástima de aquel último penalti,
como una lágrima de tu penúltimo consuelo.

Como una sombrilla maltratada por el aire,
o una amiga perseguida por la vida,
como una cosa que parecía un verso en prosa,
como un castigo de baile de salón.
Como un candado en el puente de Triana,
de los enamorados que aún siguen enredados,
como regalar rosas a diez famosas,
como cantar un verso que tú ya sabes que está contaminado.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Temprano, psicosis.
Sangre coagulada, piernas divididas en cien.
Sida, drogadicción, amor.
Predominio de la inconstancia.
Juicios al por menor,
paños mayores,
desnudos, prostitución, amor.
Amor, destrucción,
pérdida,
encontrado, fugas,
perseverancia, pocas veces,
Tarantino, luchador, paz.
Amor,
cualquiera de los dos,
fuiste tú,
culpable, confeso,
paracaídas, gravedad,
soledad, gente,
amor.