viernes, 29 de junio de 2007

Un hombre llamado Andrés

O "qué difícil es encontrar una canción que diga lo que otro siente".

Si Paco de Lucía es un genio ante el cual quitarse el sombrero, Andrés Calamaro es (para el que le place teclear...y para tantos otros...) ese músico que expresa como ninguno, que no para de crear y que sin importarle más que lo suficiente el "qué pensarán" hace lo que cree que debe de hacer en cada momento, por él y por la música.

Muy posiblemente mi visión sobre él no sea la de un observador externo y objetivo pero es el riesgo a correr cuando pasas más de una década siguiendo prácticamente a diario la actividad de un artista, lo magníficas y lo conviertes en algo que con una alta seguridad no se ajuste a la cruda realidad, para bien o para mal.

Andrés es fuerza, una fuerza bohemia que le aleja del excentricismo típico de los artistas y lo acerca a la fuerza de un obrero que lucha por sus objetivos a pleno sol. Insaciable labor compositiva, a veces difícil de entender hasta para los más abiertos musicalmente, sin comprender quizás que Calamaro no sólo ha dejado plasmado para siempre discos de 12 grandes temas con una calidad de audio magnífica sino que también tuvo el valor de sacar al mercado a precio muy reducido 5 discos que mostraban por dentro las ideas de toda una época, de crisis o de locura, porque la tensión y la facilidad de caer en depresión por parte de un músico es comparable a ese naufrago que ve que se hunde y que no puede hacer nada por solucionarlo y que en la mayoría de los casos suele terminar en una época sin editar nuevos trabajos, aislado del mundo (como por algún tiempo también pareció que lo estaba Calamaro).

Con el paso de los años me fui dando cuenta que Andrés debió ser gitano en su anterior vida porque a sus seguidores les ocurre algo parecido a aquellos que nacieron en un hogar fundido en el ambiente flamenco: adoptan una forma de vida. Una actitud ante los problemas, una forma de componer si es que te gusta hacerlo...quizás sea difícil plasmarlo aquí, pero en definitiva hay algo que le define y que le diferencia del resto y es ese algo lo que le hace ser más que un simple músico, que un artista.




Apenas 7 días para que vuelva a dejarse ver por los escenarios. Serán momentos únicos que junto con Fito Cabrales crearán un ambiente rock-complicidad, porque todos los que allí estemos (y estén) sabrán que no sólo es música lo que está teniendo lugar antes nuestros (sus) ojos.





Pd: parece que aparcará las negras y las blancas...para volver a enfundársela.

jueves, 28 de junio de 2007

Un hombre llamado Paco

O quizás, debiera titularse "cuando lo simple se volvió complejo".


Puede que muchos améis la música y disfrutéis con vuestros grupos de moda, con esas melodías bailables o con esos ensordecedores tresillos rompedores en las discotecas. De acuerdo. Pero para poder querer de verdad a la música antes se deberían de conocer ciertas bases fundamentales, ciertos cánones, para a partir de ahí decidir libremente.


En nuestro caso, tenemos muy fácil por dónde empezar. A veces la perfección hace dudar de su grado humano y la capacidad de innovación provoca que como a todos los grandes genios siempre se le haya tachado hasta la extenuación. Él es Paco. Paco de Lucía. Tildado de antiflamenquismo anteriormente, por no ser gitano. Ahora eso sería una mofa para quien se atreva a decirlo.


Decían que cuando la gente pasaba por la ventana de su casa de Algeciras de cuando era apenas un enano se pensaban que lo que escuchaban era un disco que no paraba de sonar. Está claro que no era un disco. Gracias a haber nacido en el seno de una familia muy unida a la cultura flamenca el pequeño Paco pudo ir haciendo su oído a cada compás, a cada cante, a cada palo. La capacidad de ser un genio se demostró cuando con todo ese conglomerado de ideas consiguió unificarlo para crear un estilo propio y personal, para hacer una maraña compleja de falsetas, punteos y demás, compleja pero a la vez simple, simple para el oído que quiera escucharlo.


Escuchar a Paco de Lucía y a sus influencias e influenciados hace ver que no todo en la música flamenca es rapidez, la velocidad no aporta más espectacularidad, al menos si no es bien usada. Dos notas pueden aportar muchísimo más que diez, tocadas en el mismo espacio temporal. Sabicas, Paco, Vicente Amigo, Manolo Sanlucar...y algunos más que no se conformaban con los purismos de la época y decidieron innovar para hacer ver que sobre las bases se podía hacer muchísimo más de lo que se hacía, eso sí, sin perder la esencia.


Paco de Lucía no es solamente un guitarrista flamenco. Es algo más, o mejor dicho, es un guitarrista a secas. Su influencia es a nivel mundial, respetado y reconocido como uno de los grandes músicos de toda la historia, al mismo nivel que lo fueron Falla e incluso Beethoven o Mozart: ellos sólo arrastran algún que otro siglo de reconocimiento continuo. Su repercusión ha llegado hasta grandes genios del Jazz y del Blues y también de músicas de folclóricas de otros pueblos.


La mayoría de los gustos musicales de la juventud actual tienden siempre a grupos con letra fácil y música sin apenas estudio y con una composición demasiado vulgar. La ventaja de esas composiciones recalan en que son más cercanas al público, que prefiere evadirse de la realidad con música sencilla y melodías alegres, a acercarse a una música más cultivada y que requiera una mayor atención por parte del oído...Aunque quien sabe si gracias al escuchar esa música cuando pasen los años terminen dándose cuenta del valor que tienen las composiciones de algunos músicos, como por ejemplo la de ese hombre...ese hombre llamado Paco.


http://www.youtube.com/watch?v=9cadbYIzhqQ&mode=related&search

domingo, 24 de junio de 2007

Si yo tuviera en una maleta
todos mis gestos que ya son para ti
si los guardara en una escopeta
no se que harían por salir.

Si yo esquivara las curvas a tientas
por no gastar mi mirada hacia allí.
Si estudiara los libros de ciencias
sería ese tema que hablara de ti.

Si yo cantara al calor del infierno
lo haría desnudo esperándote a ti
y si llorara después de un concierto
sería solo pensando en reír.

Cuando no quedan refugios abiertos
te abro mi pecho y te meto allí.
No se que pasa que no llega el invierno
será que no tiene dónde ir.

Tengo en la mano un libro abierto
son cinco letras las que me hacen sentir.
No fue tan fácil encontrar mi momento
y hoy creo que voy a seguir.

Pd: las estadísticas ellas son. Aún así gracias a las primeras 500 visitas en la primera quincena de vida de esto que empezó un día y que siempre que haya ideas (más o menos o nada geniales) pretende seguir existiendo

El sobre

Nada más sonó el despertador amanecía ante mí una larga mañana de estudio y desasosiego, sin otro fin que el de intentar apurar mis últimas opciones para ese examen para el que aún conociendo la fecha con meses de antelación había terminado preparandolo los tres días anteriores al mismo.


Hacía ya más de dos horas que llevaba despierto y cual fue mi sorpresa cuando me percaté de que sólo había logrado avanzar una página, algo que hice en los cinco primeros minutos, invirtiendo el resto del tiempo en intentar lograr conseguir ese juego de muñeca necesario para rotar el bolígrafo o lápiz a lo largo y amplio de todos los huesos metacarpianos de la mano. No era fácil, y aprender al menos cómo se debía de realizar el leve golpe con la yema del dedo índice me costó perder no menos de 40 minutos. El resto fue un reto personal por lograr lo inlograble.


Parecía que conseguía concentrarme cuando sonó el portero electrónico. El sonido me resultaba totalmente ajeno ya que lo habíamos arreglado hacía un par de días después de meses sin disponer de él. Me recompuse de la difícil postura que los minutos me habían ido dando y aún con leves síntomas de mareo adopté una posición bípeda más o menos aceptable.


Asomé la cabeza y el carrito de la compra amarillo le delataba: el cartero. Si había llamado era porque traía una carta certificada...entre todos los componentes de mi familia esperábamos varias multas así que me recordé la necesidad de ver el remitente de la carta. Afortunadamente, y a pesar de que era para mi, la carta era de una cadena de supermercados, una publicidad sobre su nuevo plan de precios o un compendio de grandes ideas para la felicidad en el hogar gracias a sus productos...pensé.


Cual fue mi sorpresa cuando tras despedirme del cartero me dispuse a abrir el sobre. Sólo había un papel. Parecía que no quería asomarse de nuevo al mundo pero al final lo logré sacar. Debo reconocer que me había ilusionado con la posibilidad de haber obtenido un regalo por ser el cliente un millón o por haber sido el número 245.678 en pisar el suelo cuando había un cartel puesto por las limpiadoras de "No pasar. Piso mojado". Pero no, era una hoja en blanco, totalmente en blanco. Un muy probable error informático había terminado en una carta certificada con muy poco que certificar.


Ese papel...no diría que cambió cada día de mi vida, porque no es cierto, pero como mínimo cambió ese día de mi vida. Volví a la mesa en la que estaba estudiando y me senté en una postura similar a la que me encontraba antes de que llamara el cartero, para proseguir con el estudio. El nivel de concentración era aún más bajo y la cabeza giraba entorno a mil y un problemas y sucesos que me habían acontecido de un tiempo a esta parte. Me acerqué el papel de un leve movimiento y cogí la pluma que me regaló el banco al domiciliar los pagos de la universidad.


Las ideas no surgían, sino que brotaban, y el pensamiento ya no era tal pues se había fundido y convertido en una maraña de letras, de acentos y espacios que derramaron en ellos todo lo que llevaba queriendo rebosar hacía ya mucho tiempo.


Fue apenas media hora de expresión constante de ideas en ese papel, lo justo para volver a concentrarme como tal vez nunca lo había hecho y lograr memorizar todas esas ideas que hasta este momento no habían tenido nunca forma. Había ordenado mi mente.



lunes, 18 de junio de 2007

¿Vamos ésta noche al cine?

Si la respuesta es sí...mañana mejor porque esta noche...hay huelga de cines. Sí, creedme, no os quiero dar larga. ¿El por qué de la huelga? Una polémica medida del gobierno, que quiere obligar a que en todas las salas de cine un tercio de las películas sean europeas, perteneciendo parte de esa proporción a cine español. Obviamente los propietarios de los cines han puesto el grito en el cielo y se han protegido con saña de manera rápida y frontal.

Esto nos puede llevar a reflexionar sobre la necesidad o no de obligar a tener cultura, o mejor dicho, a hacer acciones de las consideradas cultas...No cabe la menor duda de que la gran mayoría de los largometrajes que llegan a nuestro país son historias absurdas americanas que causan pánico o nos dejan soltar algunas risas en esa hora y media de duración...quizás sea eso presisamente lo que queremos, poder evadirnos de esta extraña realidad durante el rato que dura el filme e imaginar rocanbolescas historias, amores apasionados (amores de película), persecuciones en ciudades sin ley...O no, preferimos historias que nos hagan pensar, que nos muestren injusticias, que nos hagan llorar de pena...Pero ¿eso debe de ser elegido por una institución pública? Tajantemente pienso que no.

Es cierto, además, que a pesar de que generalmente las películas europeas (incluyo españolas) y latinoamericanas pretenden decir mucho más que las estadounidenses... pero falta calidad. No sé si será cuestión de dinero, de medios o de conocimiento pero está claro que hay una importante diferencia entre las películas de unos y de otros.

Además, imponiendo al público una serie de películas se va a garantizar que sean vistas porque cada uno de ellos sabe lo que quiere ver, y no pagará para ver algo que le han exigido, con la consiguiente pérdida final para la industria del cine...
Resumo en "libertad de actos" lo necesario para el "correcto" desarrollo de la cultura. Si se propone al público una cartelera rica y con contenido dará igual de donde sea la película porque estará llena a reventar...o quizás no, quizás sean esas grandes películas olvidadas que nunca nadie verá, con o sin imposiciones, porque nadie te regalará los 5,5 € de la entrada, eso claro está.



domingo, 17 de junio de 2007

La edad

María Amelia es una joven de 22 años, bueno, en realidad debo admitir que tiene 95. Pero...¿qué importa eso? ¿Qué marca la edad? ¿El paso de los años o la mentalidad que seamos capaces de desarrollar en cada momento de nuestras vidas?

Jóvenes que ya son viejos, viejos que son solamente viejos (o que siempre lo fueron) y viejos que parecen más jóvenes que los jóvenes...En un entramado de palabras se puede resumir la complejidad de la edad cerebral...o no.

Volviendo al tema de María Amelia...Se trata de una señora gallega de 95 años, famosa en el mundo entero por su blog, pero realmente por algo más. A punto de cumplir el siglo de vida, con motivo de su 95 cumpleaños su nieto tuvo el acierto (a posteriori) de regalarle un blog en el que la señora contara su vida, pasada y presente. Cual fue su sorpresa cuando minutos después de la publicación las visitas llegaban al millar, siendo hoy sin duda uno de los espacios blogueros más visitados en toda la red...Pero ¿por qué? ¿qué es lo que hace que la gente prefiera visitar ese blog a cualquiera de los otros miles que no paran de poner enlaces a videos simpáticos o fotos impactantes? Que en el mundo hay una persona que ha conseguido mantener la vitalidad intacta y que a pesar de las andanzas de la vida se ha recuperado de pesares y ahora hace viajes a Brasil como quién no tuviera casi 35.000 días a sus espaldas, 835.000 horas... o anda por Muxía como una joven gallega más...Aguante María Amelia! Gracías por conversar conmigo el otro día en Radio Euskadi.

Sin duda esto es una exepción en la realidad de cada día, pero es a su vez un ejemplo de como se pueden, e incluso debería decir, se deben hacer las cosas para disfrutar de la vida, que a menos que me digan lo contrario...sólo hay una.


http://amis95.blogspot.com/

sábado, 16 de junio de 2007

Lady Security

Londres. Salimos del portal y nuestro Gran Hermano personal acaba de comenzar. 8.000 cámaras de seguridad vigilan el centro de la ciudad y más de 7 millones lo hacen en toda Gran Bretaña...¿estamos realmente protegidos?...¿merece la pena? Parece evidente que en los tiempos que corren de locura y góticos pensamientos difícil labor sería la de conseguir detener si quiera la mitad de las acciones violentas o delictivas que se llevan a cabo a través de una cámara filmando.

Así mismo, cabría plantearse hasta que término somos capaces de sacrificar nuestra comodidad personal y nuestra libertad para actuar en pro del "aumento de la seguridad global". Nuestra libertad ha sido sin duda rebajada a lo largo de los años, para bien o para mal y quizás la polarización actual del mundo aún sonando redundante es cada vez más acentuada.

No se puede confundir seguridad con calidad de vida, si esa seguridad nos hace estar continuamente adscritos a un escenario donde son muy pocos los directores y demasiados actores sin tener muy claro cual es el papel que les toca desempeñar. A pesar de todo ello, esto es una bola de nieve que hace ya más de dos décadas empezó a rodar y que hoy ha terminado dando lugar a que ir a mirar bolsos a un centro comercial sea el hobby de los sábados e invertir millones en iluminar escaparates con una determinada intensidad es motivo de un macro estudio de marketing...y mientras...en toda esta polarización...existe el otro polo.



Pd: Quizás me di cuenta que una imagen vale más que mil palabras...por ello pretendo darle también importancia a ellas...para expresar mejor.

viernes, 15 de junio de 2007

La búsqueda (II)

...Consciente de que la búsqueda resultaría imposible si me empecinaba en ello, decidí volver a casa, no quedar con nadie y pensar en otra cosa. La televisión alivió mis primeros minutos de soledad, a la vez que alternaba con los noticiarios de la radio que puntualmente al sonido que indicaba cada franja horaria me daban buena cuenta de la demoledora actividad del mundo que me rodeaba.

Poco a poco parecía retomar vitalidad, aún a sabiendas que sin ella esa recuperación no sería ni mucho menos total. Un plato de pasta de la noche anterior me sirvió para coger aliento. La pequeña canasta de baloncesto de la puerta del salón, tras años sin ser utilizada pudo disfrutar de algunos de mis lanzamientos aunque, claro está, la falta de práctica me había devaluado hasta no conseguir acertar prácticamente ninguno.

El día parecía acabarse y las horas finales perdían su significado. El camino a la cama resultaba sin duda el más acertado. Creía haberla perdido para siempre.

Estaba ya al final del pasillo cuando sonó el teléfono. Lo cogí pero obviamente no era ella...¿Quién era?...Resultó ser una antigua compañera de clase que después de años separados, había decidido reunirnos a todos en un pequeño restaurante en el barrio de nuestro antiguo colegio, modesto pero muy variado; y había pensado en mí, se había acordado de mí y según me dijo yo era la segunda persona a la que llamaba después de, claro está, a su gran amiga del alma en todos esos años de sumas y restas, de ríos y valles. Después de concretar fecha, lugar y hora, hablamos algunos minutos de temas generales y nos prometimos ponernos al día de cada paso que hubiesemos dado en todos estos años el día de la reunión.

Después de colgar, me detuve un instante y me apoyé levemente en la mesa del salón. Esa llamada había activado algo en mi interior. Necesité de algunos minutos para darme cuenta realmente de lo que estaba pasando. Ella sí que era la que llamaba, sólo que enmascarada...Había recuperado eso que te motiva a hacer todo y nada, de forma corriente o peculiar, que te hace ver las cosas en su máximo apogeo y que no sabes muy bien por qué se va ni cómo viene, por lo que es inútil salir a buscarla...



...La inspiración.



jueves, 14 de junio de 2007

La búsqueda (I)

Un martes cualquiera. Mismo timbre del despertador, mismas señales en las mejillas por culpa de las sábanas, idénticos rayos de luz que se proyectan contra el póster del fondo de la pared...Parecía que para bien o para mal hoy iba a ser mi rutina de cualquier día laborable, sólo lo parecía.
Algo ya me hizo dudar de eso nada más intentar descender el primero de mis pies...me di cuenta que ella no estaba, ¿dónde había ido?...Tan pronto como mi cabeza terminó de despertarse y mis ojos recuperaron completamente la visión haciéndose un hueco entre las legañas me apresuré a vestirme con la ropa de ayer, a poner la cara bajo el grifo del aseo para recuperar la lucidez...y a salir a la calle como un poseído en una búsqueda infructuosa.
Hice un rápido recorrido por todos los lugares dónde solía encontrarla cada vez que de manera repentina y sin previo aviso decidía dejarme. La busqué en los bancos, en las paradas de autobús...incluso a sabiendas que no tener nada que ver con talonarios ni se desplaza por esos métodos. Si no quería ser encontrada no necesitaba irse tan lejos, eso lo tenía claro.
A pesar de ello, me detuve en cada escaparate, e incluso compré algunos periódicos y discos en un estado tan lamentable de desesperación que ni yo mismo estaba seguro de que hacía buscándola en esos lugares y cosas cuando sabía perfectamente que no tenía sentido, ella era mucho más compleja que eso...

miércoles, 13 de junio de 2007

El disfraz

La jornada diaria de un periodista no se ajusta al típico orden diario de cualquier persona sino más al de ese médico de urgencias que espera una llamada a medio vestir o al de ese corredor de bolsa que a pesar de que el parqué ya haya cerrado él no tiene muy claro dónde y cuándo empieza y acaba su jornada laboral.

En uno de esos ratos libres de pequeños minutos para el relax encontramos a Teresa, periodista peruana afincada en España años atrás. Su hijo ya ha cumplido 6 años y debe de comenzar la educación primaria. Al lado de su casa, a apenas 50 metros hay un colegio concertado del que todas las madres vecinas presumen por sus buenos métodos educativos. Esa mañana Teresa había concretado una pequeña entrevista con la directora del centro para formalizar la entrada de su hijo, ya que sólo habían hablado anteriormente por teléfono, todo correcto.

Nada más abrir la puerta del despacho, el gesto de la directora se hizo algo tosco y agrio, a pesar de ello su capacidad de disimulo le permitió atender a Teresa como si nada en su cabeza estuviera rondando. Tras las presentaciones protocolarias llegó el momento de hablar del inminente ingreso del pequeño en el centro. Casualmente, en ese instante la directora dijo recordar que debía de ausentarse un par de minutos ya que esa misma mañana habían estado haciendo cálculos y comprobaciones acerca del número de plazas disponibles para el nuevo curso.

A los pocos minutos vuelve a aparecer la directora con cara pensativa. De forma directa y fingiendo un profundo malestar le comunica a Teresa que todas las plazas están cubiertas. Dado que la situación no era modificable se despiden amablemente y Teresa le agradece el interés mostrado, marchándose convencida de la mala suerte que había tenido con el tema de las plazas ya que ahora su hijo tendría que coger un autobús escolar para ir a otro colegio, a dos manzanas de su hogar. "Es muy chico, pero se acostumbrará" pensó.

Justo cuando Teresa salía otra madre esperaba para entrar en el despacho de la directora. Teresa le hizo un saludo algo complaciente, pensando que ella quizás tampoco pudiera inscribir a su hijo en ese colegio. Lo que Teresa no sabía es que esa mujer era también periodista, que trabajaba en el mismo periódico que ella aunque en una sección diferente y que...era española, no tenía la piel del color del cacao ni el pelo duro y agrietado.
Ella no tuvo problemas y su hijo fue directamente aceptado para cursar sus estudios en el centro. Válgale su suerte.

martes, 12 de junio de 2007

Categoría especial

Hacía un sol abrumador. El día antes había visto morir a uno de sus compañeros, presumiblemente por el desmesurado esfuerzo. Cada curva se hacía más angosta y más temible y aunque los carteles de la carretera indicaban que el desnivel iba decreciendo su cuerpo no le decía eso. "Todo tiene un límite" pensaba cuando veía pasar a una maraña de ciclistas a su lado sudorosos...el ya no sudaba, era demasiado el esfuerzo.

A punto de dejarlo todo, de darse por perdido, un grupo de aficionados se miraron entre sí y comprendieron que el deportista necesitaba vítores de ánimo. Así fue. Esos gritos, esas gotas de agua fría que brotaron de las botellas en movimiento le dieron alas, su cadencia se volvió fluida y su ritmo constante y aceptable. En unos minutos estaba en la cima, en la línea de meta.

Llegó el último, o eso dijo el chip electrónico incorporado en la rueda delantera de su máquina. Años más tarde se dio cuenta que ese sufrimiento y aguante le hizo llegar el primero, el primero de los sinceros.

lunes, 11 de junio de 2007

El éxito

A veces buscamos el triunfo de forma desmesurada. Intentamos lograr gestas que no están a nuestro alcance o que quizás ni siquiera nos interese lograrlo, pero una fuerza externa nos "motiva a ello". En ocasiones se intenta conseguir mucho de poco, demasiadas incluso las veces en las que eso ocurre.

¿Quién gana una batalla entre inteligencia y constancia? Sin duda el éxito. A lo largo de la historia moderna o pasada encontramos a grandes genios...personas que han tenido éxito a nivel mundial y que les ha reportado un reconocimiento. Quizás la inteligencia reporte el éxito de manera más "sencilla" y rápida pero claramente es posible lograr los objetivos con dedicación.

Aún así, en los tiempos que corren el éxito suele ir ligado con angustia e incluso depresión. La exigencia y la necesidad de una constante dedicación provoca en esas personas que aún habiendo logrado sus objetivos no sean felices...¿por qué? porque lograr la felicidad es algo más que tener éxito...a lo mejor es una quimera y gana quién más veces se acerque a ella...

domingo, 10 de junio de 2007

Hoy desperté de un sueño

Sin otra intención que la de la apolítica me desperté hoy con una débil intención de crear esto que decimos llamar blog, que al final se convirtió en una perdurable, o no, realidad. Apolítica por no saber si fue él, Jose María o fue él, el subconsciente, el que me perturbó mis últimos minutos de placer previgilia.

Ahí estaba yo, sentado como el que se sentó en una mesa redonda a discutir de temas templarios y obsoletos. Allí estaba él (Jose María) para recibir un honorífico título, sin especificar el motivo o la causa. Allí estaba un señor lleno de rabia (ahora sí política) que quería vengarse de acciones orientemedionistas...crear palabras también puede ser una dedicación...El resto...una lucha subrealista de espadas toledanas y un final poco esperado por mi mismo: asesinato del asesino del asesino...no sé si me entienden, pero ese es el final. No es mi intención la política, por eso de la maniobra lingüistica.

Éste será el comienzo de...¿un final? ¿una continuación?...como con toda obra, se espera una acogida una respuesta...o en el peor de los casos un silencio, que será algo así como idéntico al final de mi sueño. No es mi intención ni mucho menos recurrir a la paranoia que confunda ni al subrealismo descompensatorio mental...pero creí que sería un buen comienzo.


A ser felices!