viernes, 28 de noviembre de 2014

Aquel cumpleaños infantil me obligó a salir fuera a fumar.
El mechero, ya carente de sus primeras cualidades, hizo que se me helaran las
manos y uno tras otro los cigarros ya encendidos caían en la densa nieve,
formando pequeñas marcas similares a disparos de hormigas. Sonriendo por lo
absurdo de la situación decidí entrar de nuevo en casa. Los niños habían tomado
el poder y yo era el rehén de aquel ejército de hormigas nerviosas. Espero que

me sepan entender.

martes, 4 de noviembre de 2014

Poca poesía para los hombres de hoy en día,
no me acuerdo o es que se me olvida,
poca batería para los relojes de los telones de acero
cerrados a cal y canto desde que te fuiste empujada por los celos.
Pobre el sordo que se sienta a escuchar,
desamparados los lugares ocultos por la niebla,
perdidas las ilusiones en una fiesta de maltratadas,
justicia divina la del día a día.