viernes, 22 de febrero de 2013

Ayer y ahora son un verso asonante

Me pierdo en esta sombra de jueves noche,
me pido un café pero el camarero ya me había dejado encerrado:
aparece de una nube de polvo cuando lo que quiero es carajillos de amor y odio.
Me paro a sentir con las pieles de los pies:
todos estos años que son segundos de miradas de amigos ausentes.
Coordenadas de un salto desmesurado,
no me pidas entenderte siempre, cuando yo me conformo con un segundo fuerte y profundo.
Tengo memoria fuerte y profunda,
tengo un vinilo que ya acabó pero que sigue sonando.
Dos hilos que unen a la verdad con el tiempo,
un maratón que compacta los momentos en el ahora.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Ya es de noche

Llevo diez enfermedades en esta espera fiel y cruel.
No se puede aprender de las ráfagas y para colmo esperar salir indemne,
no si mientras fuiste corriendo ibas esquivando mis miradas. Probabilidad.
No te puedes quedar ahí esperando, mientras te veo (sin mirar demasiado), sentado;
tan quieto que no puedo parar de moverme, la ruina de las cosas que se empiezan a construir;
pero te escribo con tinta mitad feliz, mitad piedad,
cuartos y tercios de la flor, la piel y lo nervios perdidos en tan poca soledad.
Salir de aquel bar y la lluvia venga a caer,
volver a casa cantando en prosa;
recorrer medio minuto durante toda una tarde,
no apagues ya a la ciudad que está por empezar a anochecer.



martes, 19 de febrero de 2013

domingo, 17 de febrero de 2013

martes, 5 de febrero de 2013

Ayer.

No se parece nada a lo que se merece,
ni entiende por qué la libertad le hizo tanto daño.
¿Será que las cosas a menudo se desvanecen?
Jugando a correr despacio, como hace tantos años.

Nada que oculto está a nuestro alrededor,
mentiras piadosas acaban teniendo pudor.
Todo tiene un sentido y todo un final,
pero lo que a mi me interesa es no acabar.

Disparos que acaban en el fondo de un contenedor,
ni recuerdo ni olvido lo que me hizo estar peor,
Me acomoda el tiempo que tengo detrás
y me tapo la boca cuando quiero mirar.