miércoles, 20 de febrero de 2013

Ya es de noche

Llevo diez enfermedades en esta espera fiel y cruel.
No se puede aprender de las ráfagas y para colmo esperar salir indemne,
no si mientras fuiste corriendo ibas esquivando mis miradas. Probabilidad.
No te puedes quedar ahí esperando, mientras te veo (sin mirar demasiado), sentado;
tan quieto que no puedo parar de moverme, la ruina de las cosas que se empiezan a construir;
pero te escribo con tinta mitad feliz, mitad piedad,
cuartos y tercios de la flor, la piel y lo nervios perdidos en tan poca soledad.
Salir de aquel bar y la lluvia venga a caer,
volver a casa cantando en prosa;
recorrer medio minuto durante toda una tarde,
no apagues ya a la ciudad que está por empezar a anochecer.



No hay comentarios: