Presumiendo de obras arquitectónicas paternas
Hay escritores en el olvido y olvidados secretos por escribir. Hay conocidos escondidos y gente escondida para no ser reconocida.
lunes, 31 de diciembre de 2007
Pupitres, aprendices y maestros
domingo, 30 de diciembre de 2007
The day before (..REvolviendoAlaVida)
Ahora retornamos al estudio (para intentar no olvidarlo todo en una noche) y a la vida de todo el mundo para retornar al pulso diario que, en el fondo, tanto le gusta a uno.
miércoles, 26 de diciembre de 2007
El poeta del balcón azul
Vestido con traje de sastre, pijama color betún.
La mañana tan triste y tan noble,
Las poesías le parecen redobles.
Sale un verso de un vuelo acogedor
De un pequeño pájaro cantor,
Que no supo nunca de nada
Que siempre migró donde le vino en gana.
Odió lo que no pudo componer
Y compuso para no tener que odiar.
Vació las horas de la tentación
Tentaciones del momento de empezar.
Veo al poeta del balcón azul
No sabe donde va, ni donde estás tú.
Veo al poeta y te veo a ti
Y pienso a cada momento como hacerte feliz.
lunes, 24 de diciembre de 2007
24 de diciembre (y navidad)
Para nada es el de la foto pero dejé arreglándose un amplificador KENWOOD del 1972...parece ser que falló el potenciómetro...lo que no dejó de asombrar al señor de la tienda, por la calidad del aparato, por no tener nada que ver con lo que se nos vende TODAY...
domingo, 23 de diciembre de 2007
22 de diciembre y navidad
(realidades, peligros y algunos desmanes)
(te robé la foto)
jueves, 20 de diciembre de 2007
WikiJohnWayneInfo
John Wayne
Que nombré a todas las olas de tu mar.
Tu esperando en el altar
Y yo perdido cada noche en canciones que se irán.
Tengo un sombrero de cartón
Que me lo quito cuando vuelves buscando a mi otro yo.
Tengo sonrisas de ocasión
Que las subasto cada martes al peor postor.
(puente Re7m - Lam - Do - Sol)
Do - Sol - Fa - Sol
John Wayne se olvidó de matar
Palmas marcan ritmos en su triste final
John Wayne es un tipo formal
Que sale disparado cuando hay que llegar
martes, 18 de diciembre de 2007
Mi pequeño mundo paralelo (III) (the end)
Esta vez era una carta de un tamaño algo superior al normal. El sobre era blanco pero todas las esquinas estaban bien definidas por un color granate, elegante pero a la vez austero. Mi nombre estaba escrito a mano con letra trabajada y educada, al menos es la impresión que me dio nada más verla.
Debido a lo bello que me parecía el sobre decidí ir a la cocina para coger un cuchillo que me permitiera no destrozar esa pequeña obra de arte. Finalmente logré abrirlo sin provocar en el sobre ni un solo rasguño. Saqué el papel que estaba en el interior y comprobé que su belleza no tenía nada que envidiar al sobre que se encargaba de protegerlo del mundo exterior. Antes de que ni siquiera pudiera leer la primera línea algo me decía que esta carta iba a cambiar mi presente y, tal vez, mi futuro. No me lo podía creer. No podía ser cierto. ¡Pensaba que eso siempre le pasaba a otros, nunca a mí!
Ahora que pienso sobre ello recuerdo por primera vez que me detuve en silencio de forma idéntica a cuando recibí la llamada de Bryan, mirando a un punto fijo de suelo. La diferencia estuvo en que ese silencio fue roto en mil pedazos por un grito desmesurado, un salto de alegría e, incluso debo reconocer, por más de una lágrima feliz y de alivio. No olvidaré jamás ese texto:
“El excelentísimo jurado de PREMIOS GRAHAM WORKER tiene el placer de comunicarle que, por mayoría absoluta y irrevocable, le ha sido concedida la XXII ESPADA AZUL por su relato TU MIRADA CONSTANTE, esperando con enorme orgullo su presencia en la gala de entrega que tendrá lugar el próximo 11 de abril”.
A día de hoy aún me cuesta creerlo, me cuesta darme cuenta que por fin fue reconocida mi obra. No recordaba que Karen, una vieja amiga, me pidió un relato mío para enviarlo al concurso de relatos más prestigioso de los Estados Unidos. “Estás loca” le dije sin tapujos. Ella me respondió que sabía en quién tenía que creer y confiar y yo era su mejor ejemplo.
“Tu mirada constante” no es ni más ni menos que un relato agónico acerca de una niña que por mal deseo del azar cae en el pozo de una de las fincas colindantes a la de sus abuelos. Relata los pensamientos de la joven así como el intento de rescate por parte de unos campesinos que iban de vuelta a casa. Es un relato de superación personal a pesar de no tener un final feliz.
No tardó en llegar la noticia del premio a todos los periodistas y escritores del país y, posteriormente, a toda la población. Recibí por parte de todo tipo de medios para rogarme que les concediera una entrevista de al menos cinco minutos. Admití todas las propuestas, pero, eso sí, todas debían ser en la mina, en mi labor diaria. Pasé a ser conocido como el “escritor minero” algo que, por otra parte, dio mucho juego a los reportajes que me hicieron, todas las fotografías tenían como fondo las excavaciones de la empresa de mi padre.
Me sentí por una vez recompensado, era feliz y el frío aire que soplaba por aquellos días de primavera y que antes siempre había odiado me encantaba y me seducía. Dejé la mina con la comprensión y la aceptación de todos, incluida toda mi familia, mi querido padre estaba orgulloso de mí. Fui contratado por diversas publicaciones como articulista fijo y, además, pude publicar varios libros cuyas ventas no fueron ni mucho menos moco de pavo.
Pasan los años y aún recuerdo los días que pasé trabajando de sol a sol. Los recuerdo a la vez que imagino, mientras escribo estas líneas, el sufrimiento por el que estarán pasando los que por algún tiempo fueron mis compañeros de trabajo, los que me ayudaron a entender lo que una amplia mayoría tienen que hacer para poder subsistir y seguir adelante, los que están al lado de mi pequeño mundo paralelo. Para ellos, sin duda, va este guiño.
lunes, 17 de diciembre de 2007
Mi pequeño mundo paralelo (II)
Necesité casi diez minutos para dejar de mirar el mismo punto en el suelo. Creo recordar queme sentía abatido y confuso, triste y sin recursos ante la situación que se me presentaba. Tenía claro que no quería aceptar ese empleo, que quería seguir luchando por lo que siempre había querido lograr pero, por otra parte, estaba llegando al momento en el que mi situación personal era desastrosa e insostenible.
Terminé de escribir mi último pedido, una separata con editorial sobre el cambio climático. No era ni mucho menos un especialista en la materia pero la actualidad incesante del tema me permitía partir con cierta base en el tema, sumando aportaciones de libros y revistas actuales, habiendo conseguido adquirir unos conocimientos bastante aceptables para, incluso, opinar con cierto rigor y coraje acerca del tema. Mi visión no era fundamentalista desde ninguna de las posiciones posibles aunque, estaba claro, que algo estaba cambiando de un tiempo a esta parte en el planeta y requería de una solución más o menos urgente. Otra cosa es que alguien se molestara en mover un solo dedo.
Cuando cerré el portátil me di cuenta de que los pequeños trabajos que tenía pendientes se me habían acabado y que el dinero que recibiera por ellos no me daría para vivir más de dos meses, comiendo cualquier cosa claro está. Intenté ser positivo y sumé a ese dinero el que, con un poco de suerte, recibiría por los artículos que escribiera en el caso de que me llamaran algunas revistas a última hora para tapar sacos rotos de último minuto. Tres meses, ese era el tiempo que como mucho podría sobrellevar todos los gastos que la vida de hoy conlleva, a pesar de ser la persona menos consumista que conocía.
Terminé mi reflexión siendo cruel conmigo mismo y, quizás, sincero. Me dije que era un escritor devaluado, que ya no era el mismo, no era el joven Kevin que recibía mis felicitaciones por parte los dirigentes del New York Times porque un joven de tan sólo 22 años, sin estudios de periodismo, pudiera escribir de aquella forma y además publicar una media de 10 artículos diarios en distintas publicaciones de más o menos prestigio.
Cogí el teléfono. “Sí, acepto, mañana a las 5 de la mañana estaré allí”. Saqué el mono de trabajo que me regaló mi padre con enorme ilusión cuando cumplí dieciséis años: pensaba que heredaría su empresa con orgullo y tesón desde el primer momento en el que la legalidad vigente me lo permitiera. No fue así. Creo que aún piensa sobre ello cada mañana, y cada noche.
Fueron dos semanas que bien podrían ser definidas como un choque frontal con una de las realidades del día a día de muchas personas. Ignoraba esta situación, la del trabajador incesante, me hizo darme cuenta de que a pesar de mi aparente cultura no conocía la realidad de una gran parte de la sociedad que me rodeaba, que me había perdido en un mundo paralelo, no se si más o menos real que el que estaba viviendo en ese momento, pero, estaba claro, que completamente diferente.
domingo, 16 de diciembre de 2007
Mi pequeño mundo paralelo (I)
A pesar de que sólo me tumbé apenas unos minutos a esperar que el agua del café terminara de hervir, había sido agarrado por un sueño profundo, un camino a la desconexión neuronal que me estaba resultando placentero y fugaz. El despertar brusco tuvo como consecuencia un pequeño estrés que terminó por acentuarse al ver la solería que me regaló mi madre manchada por todo ese líquido, por toda esa sangre marrón.
Mi cabeza aún no debía de estar completamente activada tras el brusco despertar ya que mi primera reacción fue correr hacia la cafetera rebosando para apartarla y llevarla al fregadero: ¡maldito error! Aún me duele recordar los sarpullidos que durante más de diez noches y diez días pude observar en mi dulce y suave piel. “Estúpido, eres un estúpido, no vales para nada, deberías haber hecho caso a tu padre y haber trabajado en aquella explotación minera hasta la jubilación anticipada, hasta los 50 o los 60, hasta que tus músculos no respondieran más a los impulsos nerviosos de tu cerebro” me dije. Pero no, yo seguía encerrado en mi mismo y, tan confiado estaba de mis posibilidades artísticas que me aportaba mi actitud bohemia que llevaba dos años viviendo de pequeños encargos de revistas mensuales o semestrales, algunos artículos que siempre necesitaban a última hora para terminar de cerrar la edición, para rellenar ese hueco que les faltaba.
Estaba terminando de recoger todo el estropicio provocado por el desliz soñoliento cuando sonó el teléfono. No recordaba el lugar exacto donde había dejado el terminal inalámbrico que por aquella época disponía, ya que, llevaba varias semanas sin recibir siquiera una llamada de un familiar, por lo que tuve que ir tanteando, atendiendo a la información que mis oídos me proporcionaban. Esta vez no tuve tanta suerte, era mi primo Bryan:
- Mira, Kevin, yo sé que tú sigues en tus trece de querer ganarte la vida con tus textos, que confías en ti y en tu arte, y te respeto. Pero creo –se detuvo durante varios segundos en lo que bien podría haber sido sustituido por un pausado suspiro- que debes de intentar por una vez vivir en el mundo real, probar a ver que ocurre si te paras a respirar como el resto, con un trabajo y una familia, con unos amigos con los que emborracharte cada noche de sábado y una mujer que te espere en casa con una sonrisa afable.
Bryan sabía muy bien cual era mi forma de pensar, de ser, de sentir e incluso de responder airadamente ante este tipo de insinuaciones. Esta vez fue diferente y me callé, me detuve a escuchar qué es lo que quería seguir diciendo.
-No puedes pretender siempre –continuó- que los tuyos se preocupen por ti, creo que ha llegado el momento límite y quiero ser yo quien te lo avise. Sé que tu padre me lo dijo anoche para que yo hiciera esta llamada hoy y, de hecho, lo hago porque creo que sus palabras iban muy en serio. Dijo –su tono se volvió incluso más serio y paternalista- que, si a final de mes no te hubieras querido incorporar a la mina nunca más tendrías la oportunidad de aceptar ese trabajo, tendrías que buscarte otra cosa cuando ya no tuvieras otro remedio.
sábado, 15 de diciembre de 2007
constante visual de lo vivido (V)
constante visual de lo vivido (IV)
viernes, 14 de diciembre de 2007
jueves, 13 de diciembre de 2007
constante visual de lo vivido (I)
resumen de lo poco (0) o de lo mucho (1)
a) no saber de lo que hablo
b) pensar en voz baja
c) no faltar ni elevar la voz
d) mandar al puto carajo la música
e) entender cual es el juego
f) no haberme acostumbrado a dormir 5 o 6 horas
g) ser feliz todo el tiempo
h) cuidar mi tensión, no alterarme
i) aprender a ser francotirador
j) llevar una vida que se ajuste a los dictados de la OMS
k) no disfrutar dejando las canciones a medias
l) no mandar fuerzas a los amigos que tocan en cualquiera parte
m) saberme el abecedario malayo
n) tener una casa en brasil, rodeado de palmeras y con una china de familia indonesia y con siete maridos rusos que me abanique cada dieciocho minutos (durante setenta segundos)
ñ) eñe
o) ser experto en inocencia
p) no tener ideas fugaces
también me gustaría...
q) creerme algo de lo que "me gustaría"...
miércoles, 12 de diciembre de 2007
El izquierdista iluso (only me)
martes, 11 de diciembre de 2007
Jon Sistiaga
domingo, 9 de diciembre de 2007
My brain
¡¡Qué grandes momentos post-musicales e intrarelajación pudimos aprovechar algunos ayer!! Cierto que nos mantuvimos en la locura verde pero también cierto que se hace como cultura y aprovechando la estacionalidad del momento.
La vida secreta de las palabras no me había marcado (por lo visto) y necesité varios minutos para darme cuenta de que no quería volver a tragarme la historia de Isabelita Coixet dos veces. Gracias (my brain).
Nos empapamos en carne y carbón y cantamos al cielo a los Pumas.
viernes, 7 de diciembre de 2007
jueves, 6 de diciembre de 2007
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Cara A
lunes, 3 de diciembre de 2007
Circo cerrado por falta de sonrisas
La gran muralla cochina
sábado, 1 de diciembre de 2007
La guitarra del joven soldado
viernes, 30 de noviembre de 2007
Ayer Josele, Siempre Dani
Y EN CUALQUER LUGAR
FUE ANDRÉS QUIÉN ME ENSEÑÓ
CON SU FIEL CONTESTADOR
QUE ESTÁN LEJOS
DEBIÓ SER Y NO PUDO SER
PERTENECE A OTRA CANCIÓN
QUE ME LO TRAIGA AQUÍ
NO HAY ROSAS
SE LES ESCUCHA CANTAR
EQUIVOCARSE DE CANCIÓN
NO LO TRAIGAIS AQUÍ
jueves, 29 de noviembre de 2007
Josele Hoy
martes, 27 de noviembre de 2007
De orgullo y de miedo
jueves, 22 de noviembre de 2007
A C.G.
...miren a DALÍ!!...
malditos tranvías...(o debería decir...)...
que se oiga luding van!!
...que se mire el gran charles (ray)...
...
PERO no creo que este sea el caso...no digo que no pueda ser un artista de valía...
pero EXCENTRICIDAD con ARTE DESMESURADO para mí ES IGUAL A GENIALIDAD.
en caso aparte ENFERMEDAD.
lunes, 19 de noviembre de 2007
Lo importante dentro de la importancia (II)
jueves, 15 de noviembre de 2007
Lo importante dentro de la importancia
No se si algunos sabréis de que os hablo.
Omar Hakim
martes, 13 de noviembre de 2007
Yo sólo pido por los demás
lunes, 5 de noviembre de 2007
Microrrelato II
miércoles, 31 de octubre de 2007
Microrrelato I
domingo, 28 de octubre de 2007
en veinte segundos (ahora)
pero toma los dolaritos (lástima que esté devaluado)
toma el café de petróleo...para que mojes con viscosidad...
toma el zapato de diamantes, para que arañes las puertas cuando pases...
toma este nuevo sistema auditivo, para suplir tu pérdida de oído por el ruido del break-dance en tus oidos....
y ahora
toma la libertad de tocar antes 25.000 o ante 2, como me dió la gana.
Pero tómala, me la encontré allá, tirada en aquella esquina.
lunes, 22 de octubre de 2007
550 días - C&D
jueves, 18 de octubre de 2007
Sumidero viario
lunes, 15 de octubre de 2007
El malo nuevo que llega por aquella vereda
viernes, 5 de octubre de 2007
Sonetos de (y para) Carlos Llamas
SONETO 1 (que Carlos Llamas leyó en antena) - Para Joaquín Sabina
Conozco a una puta callejera
que dice que si pilla al tal Sabina
le quita en un pis plas tanta pamplina
y lo pone mirando pa'Antequera.
Se lamenta esa puta pinturera
reinando desde el trono de su esquina
que los huevos los ponga la gallina
y que tú ni estás ni se te espera.
A ella le gustaba aquel canalla
que le daba al destino un muletazo
en el ruedo donde la pasión encalla.
El que nunca se fue dando un portazo
y que nos convenció que dar la talla
era no negar a nadie un pelotazo.
SONETO 2
Tú no tienes derecho, cabronazo
para ponerte malo sin permiso
y menos aún sin previo aviso
para largarte así, dando un portazo.
No me jodas ahora, mamonazo
no me vayas de fulana del viso
cuando has sido esquinera y en tu piso
a nadie se le negó un pelotazo.
No me vengas ahora con pamplinas
aunque diga Vicent que ha terminado
tu vuelo rasante y en las cantinas
las puertas de los sueños se han cerrado.
Porque si el miedo reina en las esquinas
ya puedes ir a 'Operación Triunfo'
como jurado.
Nunca olvidaremos tu voz profunda y calada, desde pequeño creciendo contigo, al principio como un sonido de fondo...más tarde como un pensador a escuchar, como un ejemplo a seguir
lunes, 1 de octubre de 2007
¿Qué ofrecen los políticos, qué piden los votantes?
Hoy en día, no resultaría nada infrecuente salir a pasear y encontrarnos de frente con una pared tatuada sin compasión y sin escrúpulos con carteles electorales, que nos tientan al voto y a defender las ideas de ese partido o formación política.
Aparecen caras amables, joviales, distinguidas entre el resto y con un gesto visual claramente tranquilizador y social. Nos miran fijamente y debajo de su directa, y a la vez amable expresión, nos encontramos con el mensaje que nos quieren exponer. Una frase corta, sin lugar a confusión (en la mayoría de los casos) y aceptada por todos. Seguimos andando y gracias a nuestra actitud inquieta y directa nos damos cuenta que llevamos observados una decena de carteles de este tipo, y que todo nos parece coherente, correctísimo.
Volvemos a casa con el pan bajo el brazo, periódico en boca del perro y frutas y verduras en la otra extremidad superior. Queda un día para las elecciones y nuestra inquietud aumenta por momentos al darnos cuenta, a través de las noticias, que el día de reflexión se está pasando delante de nuestros ojos y, precisamente, lo que no hemos hecho ha sido eso: reflexionar acerca de nuestro valioso voto. De esta manera, detenemos todas nuestras acciones, importantes a no poder, sin duda, y aún con el agua hirviendo y rebosando para el cocido del sábado, decidimos hacer uso de nuestra mente sólo para pensar hacia que dirección irá dirigida nuestra papeleta, en su correspondiente sobre, al día siguiente.
Empezamos dividiendo la hoja en dos, después en cuatro, ¡dieciséis…! y de manera compulsiva, con cierta alegría y destreza, vamos anotando los pros y contras acerca de cada formación, divagamos acerca de lo acertado de su ideología e incluso nos tomamos la molestia, en algunos casos, de informarnos de las acciones realizadas durante ese partido en la anterior campaña…sacamos conclusiones, soltamos sonrisas pícaras, la sonrisa del que siente que acaba de entender la política.
Ha pasado la hora de la cena y ha llegado la de acostarse. Parece que tanto esfuerzo y meditación ha merecido la pena, e incluso se nos llega a pasar por la cabeza la posibilidad de viajar al Tíbet e intentar afiliarnos en la congregación budista.
Decidimos sentarnos a reposar la mente y encendemos la televisión. Nos detenemos en el noticiario nocturno. Están informando acerca de la jornada de reflexión. Para finalizar la información política, la periodista que presenta introduce una imágenes en las que se observa el momento de la última votación de la legislatura ya finalizada, una votación acerca de una guerra, acerca de un envío de tropas. El parlamento estaba semi vacío y ni siquiera la mitad de los diputados habían ejercido su derecho y obligación del voto, como representantes de la ciudadanía. Se ha aprobado el envío de tropas.
Apagamos la televisión, y volvemos a sonreír de manera pícara. Ya entendimos una parte de la política y, puede, que mañana sea un buen día de playa.
jueves, 20 de septiembre de 2007
¿De qué hablan los taxistas?
viernes, 14 de septiembre de 2007
Más de cien palabras, más de cien motivos...
Más de cien palabras, más de cien motivos
Tenemos el lujo...de no tener hambre.
jueves, 13 de septiembre de 2007
Paria bolchevique
63 – 65 – 53 Do 50 – Mim – Sol
Esta mañana estoy cantando misa
Es mi oración la que va deprisa.
Hay una estrofa que me da la risa
Es por la forma de aquella cornisa.
Hay un pájaro escondido en la sombra del nido
Dos postales caducadas que no decían nada.
Hay un tanque malherido que recibió un tiro
Una mirada de sable, que era noble y entrañable
Una canción se mojó por el llanto del doctor
Que no tuvo remedio para este mundo enfermo.
Una opinión que se perdía en las alas del halcón
Que volaba con desgana esperando a la mañana.
Y que va a hacer si la vida le confunde en cada esquina
Que va a hacer si los sueños no son solo sueños, es su propia vida.
Y que va a hacer si no atina a levantarse cada día
Que va a hacer si no entienden que él sólo pretende vivir como un duende.
martes, 11 de septiembre de 2007
LLP/11S...Donde habite el olvido...[y otros]
Luis Cernuda
jueves, 6 de septiembre de 2007
La importancia de todas las cosas
martes, 4 de septiembre de 2007
A.M
miércoles, 29 de agosto de 2007
En un segundo
domingo, 26 de agosto de 2007
Bulería Porteña
sábado, 25 de agosto de 2007
The last peset
Tuvo que ser por cesárea, pero nació. El niño se resistía a ver la luz, fruto quizás del ansia de la perfección o al menos de la continua mejora pero tal y como se había planificado, ayer 24 de agosto, salieron al aire fresco las dos primeras canciones de este proyecto de 4 amigos que si todo va bien puede que les de buenos ratos de risas y rock and roll.
En la lista de nacimientos aún tenemos cosas pendientes. La página web en continua construcción estará lista dentro de no demasiado. Otras dos canciones están horneándose y serán sacadas antes de que se nos quemen, crujientes y sabrosas para comer.
De momento tenemos un hijo adoptivo, uno de esos myspace, que no aportan demasiado pero al menos abren una pequeña puerta, para dejarse ver. La calidad ahí de las canciones: no especialmente buena, eso sí, con la posibilidad de descargarse en mp3, haganlo si tienen interés.
Allá vamos. Gracias a todos por el apoyo que ya vamos sintiendo.