domingo, 23 de junio de 2013

Un gorrión se posó en mi azotea,
era un viernes de primavera,
era una noche de año bisiesto.
Me miró y anduvo hacia el mar,
hasta allí le vi llegar,
justo a tiempo de que me dedicara una sonrisa de placer,

fue entonces cuando te recordé.
¿Estoy despierto o tengo los ojos abiertos?



Arden y siguen ardiendo,
las lágrimas del presente, la sonrisa del mañana, la indiferencia del después;
las calles son túneles dorados con gente dispersa y francotiradores que usan 9 mm.
Nunca Liverpool tuvo un campanario tan alto como éste,
tan alto que nunca llegas a tocar el suelo,
la caída es eterna y hasta se puede llegar a disfrutar.


miércoles, 19 de junio de 2013

Como si la cabellera fuera un señor muy femenino,
como si las nubes fueran espuma efervesciendo
o tu mirada fuera el verso con el que me quedé dormido hace dos noches.

Como si la escalera tuviera idas y venidas pero siempre hacia arriba,
como si la maqueta fuera la versión final,
o el tal para cual acabara en hasta siempre nunca más.

Mendigando en Atocha con Jose Antonio Primo
me vi encerrado en un river tan lleno como enrocado,
jurando a las viejas niñas del futuro al que no podré volver
y persiguiendo a la dignidad en una montaña de trapos sucios.
Bendiciendo al botones de La Casita,
que me ayuda a subir mi corazón adentro de ese edredón,
me acuesta y amanezco de nuevo en el ayer.
El tiramisú ya está a punto de caramelo: amargo pero suave.

martes, 18 de junio de 2013

La vida podría ser maravillosa,
si no necesitara nada de eso,
si todo se acabara en tres versos.

La podría podría ser maravillosa,
si la dama de la oscuridad no fuera tan generosa
y las cosas que empezaran no tuvieran que acabar.

La vida podría tener siete vidas,
elegiría la del olvido y la de la melancolía sin recuerdo,
la de las cosas encontradas en trenes a ninguna parte.

viernes, 14 de junio de 2013

Perdóname que sea ahora cuando me pare a pensar en ti,
que te fuiste sin avisar durante un otoño de esos de fiestas de guardar.
Cuando no quisiste abrir más los ojos yo estaba de aquí para allá,
y me doy cuenta de todo eso ahora, cuando los pájaros ya migraron bien lejos.
Como somos hierro, pirita y cuarzo nos dedicamos a recordar en bacanales,
brindamos rompiendo vasos hacia el cielo,
de esos que se destrozan al chocar contra nubes blancas.
Nuestra imagen, que como toda imagen es mental,
se hace clara y se difumina, no a partes iguales,
pues el tiempo es severo y tirano,
es sincero y malvado,
meticuloso con la sonrisa de la mentira,
o con los quiebros del viento de la Gran Manzana.

martes, 4 de junio de 2013

corazones...

El cirujano cardiovascular Dr. Zbigniew Religa observa en un monitor de seguimiento las constantes vitales de un paciente de transplante de corazón. Uno de los colegas de Religa que le ayudó a realizar dos trasplantes consecutivos durante toda una noche duerme en un rincón. 1987. Fotografía de James L. Stanfield

lunes, 3 de junio de 2013

Es cierto,
nunca podré mantenerme como un poeta feliz:
¿acaso existe una victoria del texto versátil frente a la decadencia de la suma de momentos?
Acaricié nubes, me cayeron heroínas, mujeres valientes que ordenaron el planeta,
marcharon rápidamente, se quedaron un rato pero fue demasiado poco,
ahora sólos, los hombres y las mujeres, contaminados;
declarando a conciencia la necesidad de la equidad,
no la del género sino la de la sostenibilidad.