domingo, 28 de abril de 2013

Y nada más

El prisionero despedazaba con rabia los segundos en la esquina de su celda,
mientras el cielo afuera era azul,
mientras los pajaros cantaban canciones de amor.
Cuando las puertas se empiezan a cerrar, a la espera del día que tuviera por llegar,
se sienta y cuenta las horas, a base de unir pedacitos, a base de puzzles.
Y nosotros, divididos en dos,
jugamos a mirarnos en la ventana del espacio;
mientras nadamos por la locura del momento; y nada más.

martes, 9 de abril de 2013

Ya perdí la paciencia para esperar en ese andén;
ya soy poeta intranquilo y primavera infiel;
al costado recostado contando los segundos y el después,
miradas que se cruzan aún ya estando perdidas.
Ya conocí la inocencia de tocar hasta el amanecer,
versos doblados de par en par,
suelos que eran techos,
juicios sin blasfemias ni timonel.
Pocos perdones de ladrones nos quedaron para después de la hora del ayer,
que se perdía con la mirada de un perro que no puede terminar por comer:
para correr hay que empezar a andar.
Y como la noche es oscura pero brillante nos perdimos por cruces de caminos olvidados,
nuestro odio de la mano de la dura realidad
que cuando se ablanda parece porcelana fina.

lunes, 8 de abril de 2013

Días nublados

Van pasando las nubes y el reloj se ha vuelto a parar;
¿por qué debiera pensar que la mitad del amor se queda omnipresente?
A ratos en dudas mientras busco al sentimiento,
a ratos orgulloso de los principios, que a veces acaban en finales.
Me paro a tocar, a tocar tus cuerdas,
me acuesto temprano para no olvidar dormir
y navego río adentro hasta donde desembocar en ese volcán bien ardiente.


jueves, 4 de abril de 2013

Lo que no se perdona

No me perdones cuando estoy dando saltos de realidad en paradoja,
de vientos nevados a colinas sembradas de trigo.
Cuando las cosas te parezcan difíciles de creer ponte en guardia,
será cuando mis caballos ataquen a las murallas heridas.
Si la sonrisa esquiva a lo que ya no permanece
mantente en pie y sal a andar, enloquece.
Si la locura te puede y sientes estar en cualquier otro lugar:
vuelve al sitio donde pudiste creer sin pensar en nada más.