viernes, 14 de septiembre de 2007

Más de cien palabras, más de cien motivos...

A veces creemos que las arenas se mueven y nos hunden, que el mar nos traga y no es de esos días en que terminas lleno de agua (en tu interior) pero sano y salvo en la orilla...Otras veces pequeños gestos hacen que las cosas tengan sentido, o que al menos nada sea tan horroroso. Evitemos poner la cara de "El grito" [Edvard Munch (1863-1944)], a poder ser.
Sin tiempo casi para anular los planes ya hechos, intentando evitar posibles fraudes mentales, tuvimos que salir corriendo para ver uno de esos shows que no se olvidan, que quizás nunca vuelvan...necesarios para el conocedor de eso que llaman música, necesario para los corazones que quisieron estar al tanto de la melancolía hermanada con la alegría y la realidad.


Dos poetas intentando cantar!!!
Dos cantantes jugando a ser poeta!!!

Dos GIGANTES...




Pero fuera aparte de lo conceptual del evento...La mayor alegría es cuando ves este tipo de espectáculos con gente que quieres y que siempre te apoyaron, como un rey en su reino. El resto, las canciones...las frases de una vida, que en mi caso se reducen sólo a veinte miseros años...y en otros... a una vida (REALMENTE).






Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, alteres.

[...]



Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.






Tenemos el lujo...de no tener hambre.

2 comentarios:

cnimqucdp dijo...

yo tmb pude disfrutar d esos pajarracos en Valencia, hace unos meses... y fue sencillamente genial.

Saludos!

p.d. alvarez dijo...

Esperamos por aquí (Buenos Aires) a los dos pájaros cantores, con las orejas del corazón abiertas, en vísperas de un show memorable.