lunes, 13 de octubre de 2008

El cuadrilátero

La limpieza del cuadrilátero que parece formar los cristales de mi actual despacho me aporta cierto prestigio ya de entrada. Comento temas jurídicos con personalidades de cualquier nacionalidad. En cambio, mi actual nivel económico no me impide añorar mis años de abogado de oficio, años de toga y de largas conversaciones con el acusado a la vera de la chimenea que habían instalado en el recinto en los años 60. Recuerdo mi preocupación por usar la didáctica con jóvenes de difícil reforma, muy problemáticos, sesiones interminables en las que acabábamos saciando nuestra sed en aquel botijo color crema de la esquina. Tal vez nunca sea tarde para volver.

1 comentario:

Salva dijo...

¿Qué significa el 565 que aparece en la parte superior?

Jajajaja.