jueves, 4 de diciembre de 2008

manuchao-fraktalradio



Se reúnen los 25, los 8, los 15…reuniones llenas de estofados, de pescados del Báltico, de sonrisas de la buena vida. Nos acarician desde la televisión con eslóganes, con promesas que nadie sería capaz de rechazar, nos invitan a aplaudir cada uno de sus gestos… ¿Quién puede decir que no a la lucha contra la pobreza, a buscar que todos tengan su plato en la mesa, de que nadie beba agua con Salmonella?

Conozco a algunos que no llevan corbata, que no le limpian los zapatos mientras leen el periódico por las mañanas, que no sonríen tanto porque no son tan hipócritas. Algunos de esos también participan en reuniones, pero no con 10 ni con 20, a veces llegan a juntarse varios miles de personas. En ellas no se habla lento ni midiendo cada palabra…Se baila y se canta al ritmo de la música y se deja libre al cuerpo de prejuicios.

Uno de los que se encargan de alzar la voz y presidir una de éstas reuniones es el señor Manu Chao. A veces le llaman el desaparecido porque cuando llega ya se ha ido, pero realmente siempre está cuando se le necesita. La lucha es constante, como sus discos, un canto, una melodía que va jugando con el ritmo desde que se le da al PLAY por primera vez hasta que la última pista termina por reproducirse.

No es tan sencillo poner melodía a las mentiras de lo que nos aseguran ser verdades, hacer tristes los escenarios que nos pintan como tan felices… La música como forma de vida, como forma de lucha, como instrumento para, de forma simpática, llegar hasta medio mundo expresando un mismo sentimiento.

Y con toda esa base, a pesar de ser, tal vez, odiado por algunos, ha conseguido ser respetado por tantos, por muchísimos, y convertirse poco a poco en un embajador mundial de las injusticias, en un soberano dialogante, en un grito lloroso a ratos y eufórico a cada segundo que dice que tenemos aún mucho margen para no perder la esperanza, para que las cosas cambien, aunque a muchos les pese.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

me suena el lugar por su sonido!

Anónimo dijo...

Bien por usted, muy buen aporte, gracias infinitas