viernes, 10 de septiembre de 2010

Cuando me muera

Si me muero,
que no haya violadores de la libertad,
que no se den la mano mis enemigos,
que no se desnuden las que nunca lo quisieron hacer,
que no me despidan los reaccionarios,
que me escriban cartas sin preambulos ni piedad,
que no se sonrojen los sinvergüenzas,
ni tengas en cuenta todo aquello que no dije,
ni ocultes pensamientos de miradas cruzadas,
ni mantengas el temple cuando todo está a punto de reventar.
Oculta la risa en forma de prisa,
escúdate en sirena de canto celestial,
aparca las cosas que nunca quisieron andar,
maldice a la suerte que yo nunca tuve,
revive los momentos que siempre quise volver a empezar a vivir,
sacude las rosas que alérgicamente me alejaron de allí,
persigue monumentos de líderes que odié hasta amar,
reconstruye los castillos que se mantienen en pie a pesar del vendaval,
prorroga las noches hasta que la mañana sea de nuevo alba,
mantén en un segundo tantas horas como seas capaz de soportar...
y dile al viento que ya soplo a la vez que él.

Marcelo Pineda.

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