miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mensajes

Calculo que todos pensamos muchas cosas de manera continuada. Dentro de ese conglomerado hay siempre una que predomina, aunque curiosamente no es ni de la que más hablamos ni en la que más esfuerzo hacemos por pensar, simplemente está ahí y no podemos hacer nada porque no ocurra. No es que nos moleste o no queramos pensar en ello, es así y ya está. Generalmente no nos referimos sobre ello (ante la multitud) por ser algo muy personal, algo así como un secreto que duele, un grito interno...otras veces nada de dramatismo: todo se resume en un problema a secas, económico o moral, no es este caso. Dicen que cuando la lengua va lenta y la mente está que arde y dispersa como para llegar a saber qué está pasando hay que tener temple y resumirlo todo en un segundo, en un acto cualquiera, en un mensaje directo o sin igual. Ni todos montaremos empresas de matones ni podemos alimentar a los habitantes de Memphis a base de gambas, pero podemos recordar y recaudar una suma de ideas para terminar por concluir...que no es poco. Si todo fuera tan disperso como estas ideas al final podríamos terminar por tener una sentencia...¡y eso no que no me gusta sentenciar! Muchos supongos, creos, probables, causales indirectas, jornales perdidos por intentar explicar lo que nunca supe, periódicos de hoy y de mañana con noticias del nunca jamás.

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