martes, 12 de julio de 2011

Despacio

Si los actos de las buenas personas fueran reconocidos como tal no quedarían abrazos ¿o sí? Si Albert Einstein nunca hubiera dudado tal vez estaríamos corriendo detrás de barcos de vapor y jugando a ver nadar a los patos. Pidiendo copas y copas termino con el reservorio y justo después llega un nuevo pedido, y justo entonces es cuando empieza un nuevo día. No siempre tenemos la voz ronca ni es siempre cuando somos felices, suerte los que aprendimos a alejarnos de extremos desagravios, así como de fiestas desmesuradas con chicas por los tejados y gatos sintonizando la Super Bowl, con un tazón de cereales a sus derechas. No por ello promulgo aislarse en lo intermedio, en lo irrelevante, en lo light: perdonen si no resumo bien la necesidad del chaos, de ir siempre deprisa, de no parar de pensar. Dedicarse a hacer volar pájaros o ajusticiar a camareros aburridos no está en mis prioridades, prefiero quedarme un rato más y que me cuentes cómo te ha ido, despacio.

1 comentario:

Salva dijo...

Admiras mucho a Einstein, isn't it?