jueves, 1 de mayo de 2008

2 MicroRelatos para FNAC

La blanda arena del mar me resultaba suficientemente acogedora aquella tarde. El sol, aunque a ratos resultaba hiriente, me daba el calor que aquél libro me había quitado. Sin duda marcó mis vacaciones en Buenos Aires. Aún me sorprendo de cómo unas cientos de frases pudieron remover mi conciencia de aquella manera pero, por otra parte, me voy dando cuenta que precisamente ese dolor atemporal que nunca había llegado a sentir después de nuestro accidente era justo lo que necesitaba. Consciente por fin de una vez, de no poder cambiar el presente, de no deber maldecir al pasado. Resurjo más fuerte, hoy sé que seré capaz…de recordarte sin odiarme.


Sinatra entonaba la última melodía en mi mp3 cuando desperté a mitad del vuelo transoceánico que me llevaba a Nueva York. Eran mis primeras horas de avión sin necesidad de recurrir a drogas farmacéuticas, favores de aquel libro de relajación mental. Aún no preparé mi discurso en el principal teatro del alto Manhattan pero me siento seguro de alabar a la nueva literatura, al nuevo escritor sin copa ni espada, de mirada actual y pensamiento cabal. Nuevos tiempos que no confundan lo contemporáneo con la falta de calidad, que no olviden el pasado pero que fijen su mirada en el presente. Intentaré suprimir la búsqueda del aplauso fácil, intentaré que este folio en blanco se asiente y acaricie con sus textos en las bases contra el olvido maldito.

1 comentario:

cnimqucdp dijo...

;) hacía tiempo q no pasaba x akí.

Salu2 y buen microRelato!