martes, 10 de febrero de 2009

Es ahora lo que nunca fue mañana

Es tan libre el que está encerrado por defender lo que su conciencia no puede negar como la paloma que es usada para tal y cual homenaje de un poeta fertil en un estadio de fútbol. Recordamos algunas pisadas y el rock de verdad aún aguanta en algunos smokings-clubs. Aguantan algunas voces entre tantas pisadas de jubilados exaltados, los tanques que algún día sacaron a las avenidas no pudieron con tanta pasión acumulada durante décadas.



Me pregunto si la rabia contenida por esos idealistas, si esa razón que creían como cierta se mantiene en muchos corazones, de otras épocas. ¿Es acaso un disparo al aire o incluso al corazón consecuencia de rebeldía o de fortaleza?



Se cayó el techo por la metralla. Me sacudo y ya no quedan restos.

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