
la ciudad de algunas libertades entre márgenes que cohiben. Será como decir que teníamos muchos Richards en cocoteros...y algunos monos lanzando lo que buenamente podían.
Será como rezar a la virgen de todos los perdones, en días como hoy toda creencia se admite como cierta, cualquier estructura mental que es aferre a la falta de la libertad y a la reducción del miedo, del miedo como tal.
Lo dijo Marcelo Parco y yo no le quise escuchar. No sé si me hablaba yo a mi mismo o era su voz la que realmente me llegaba desde cualquier lugar. Lo dijo pero yo no quise oír cuando me dejaron hacerlo, me gritaron y rompieron dos espejos a la vez, pero yo no me enteré. Fundé diez muros donde escribir y seguir escribiendo, creí haber terminado la novela cuando ni siquiera había logrado tantear la trama.
2 comentarios:
Maravilloso.
Y la foto, con ese tono, me encanta.
pero que Cabron jaja
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