sábado, 30 de mayo de 2009

Se secó el tiempo

Es cierto. Durante 70 u 80 minutos el tiempo se seca y pierde su temple contínuo y evolutivo. Después, cuando esos momentos se pasan y la cabeza vuelve a pensar a un ritmo más común, la realidad se vislumbra de nuevo, aunque eso pueda tener consecuencias no deseadas. Entendemos, por tanto, una existencia de la temporalidad que como mínimo es doble, atendiendo a momentos coherentemente tranquilos y a otros en los que la mente y su propia actividad inhiben nuestros "receptores temporales", perdiendo el concepto del paso de los segundos.

2 comentarios:

Salva dijo...

Off-topic: en la foto te pareces a Santiago Auserón.

Fátima de M dijo...

De pronto me encontré viajando a gran velocidad, dejé de sentir la gravedad.
Entonces... mi cuerpo estalló, luces y carbones brotaban de mí.
Por un momento me olvidé y por largo rato sentí calor...
Estaba acostada, mirando el espacio exterior, pensando en lo diminuta que soy...
No pienso regresar, aquí es donde debo estar...
NO preguntes por qué, no lo sé.
Estoy resplandeciendo en mi explosión, me supernovo con rapidez...

Tiempo y espacio, conceptos que no se tocan porque la cuarta dimensión es solo una teoría, nunca amaría NY, no soy centroamericana, pero aquí es donde quiero estar...

Me miro a la orilla del mar... Sigo pensando en la volatilidad de tus minutos y en la eternidad de mis contemplaciones...

Seguiré así hasta el primer rayo de luz de mañana... ¿Existe el mañana verdad?