miércoles, 21 de abril de 2010

Amigos y Verónicas

Mis amigos no son los que veo todos los día, aunque algunos sí. Mis amigos no están donde tienen que estar, aunque eso sería estar blasfemando. Mis amigos son espinas y yagas, y también rosas de películas de Carolina del Norte. Las damas que me acompañan en las murallas que cada cierto tiempo me plantea el tiempo son convidadas de piedra entre tanto seto seco, habrá que saltarlos, o quemarlos. No recurrir a la metáfora debería estar prohibido en algunos momentos en los que explicarlo todo de manera coherente y directa es agredir a la sensatez de las cosas que no son evidentes, no todo puede ser resumido en dos párrafos ni narrado como un partido de fútbol, o una corrida. Incluso en esos momentos en los que el capote hace una verónica completa puede llegar a ser complejo definir el concepto de la emoción y de los latidos del respetable, del que lo narra y del que no quiere mirar (por temor).

2 comentarios:

Salva dijo...

Decía una canción "Quiero ser millonario para olvidarme de los amigos".

Anónimo dijo...

"en algunos momentos en los que explicarlo todo de manera coherente y directa es agredir a la sensatez de las cosas que no son evidentes" Me gusto mucho esta frase/reflexión... vale la pena leer tu blog (debés en cuando)