lunes, 14 de junio de 2010

Buscando la realidad verdadera

Hoy no te quiero ver,
Pasarán meses hasta que tenga sed.
Hoy no te voy a coger,
Ni el teléfono ni lo de ayer.

Perdidos, caducados,
Vivimos enturbiados
Y con un poco de luz
Solo alcanzamos a ver nuestra cruz.



Después de haber dejado respirar un poco al aire, me paré a pensar en cuántos culpables hay sueltos, los cuales están señalando a pobres indefensos sociales. Después quise decir cosas que yo nunca había hecho y me salió una ristra, una ristra de mentiras, aunque es cierto, nunca me gustó el puenting. Finalmente, asentado en la realidad (en la de las multitudes) me paré a decir cosas ciertas y llegué a la idea de que son muchos los que están a cada instante sin guardar las palabras en su boca y, tal vez por ello, terminan por pronunciar frases que ni siquiera pensaron un rato. El problema viene cuando los receptores son estatuillas baratas que no reflexionan acerca de aquello que están oyendo, degenerando por completo aquello que en un principio debería haber sido realidad y verdad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los culpables nunca pagarán el alto precio de la condena, pero... ¿si no cargamos con culpa? ¿qué llevamos en nuestros hombros? Sólo se trata de vivir (¿la vida?)