martes, 23 de noviembre de 2010

Amigos

Perdonen pero sólo alcanzo a recordar los abrazos de los amigos. Se me olvidaron todos los besos y las verdades piadosas. Lo siento pero no me paro a acordarme de cual era el fundamento de nada, ni la dirección de las vías ni si teníamos que ir o venir. Me preocupa darme cuenta de esto pero es a la vez un pensamiento fugitivo que me puede llevar a la felicidad, después de que todo se calme puedo surgir de tanta locura rápida, tanto convencionalismo y tanta creatividad innata...¡qué de toreros (sin capote) nos rodean! Y miren, lean, que yo nunca fui de festejos pero casi nunca digo que no a una verdadera verónica, a un pase esencial y real, a una corrida de orejas múltiples. El astado siempre está preparado para nada y las princesas se maquillaron aún sabiendo que esa noche no podrían salir. Es importante reconocer el concepto de las cosas, el fundamento o el final, aunque estén marcados desde tiempo ha.


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