miércoles, 27 de julio de 2011

Margarita, motocicletas y montañas nevadas

Cuando la margarita decía no
las sociedades se partían de risa:
mirando y mirando tan ciegos se arenaban en la playa de la esperanza.

La motocicleta se hacía escuchar,
traía flores y regalos para los kilómetros;
juntos derraparon por la muralla china de la honestidad.

De catorce montañas que escalé me quedo con la penúltima,
la escarcha no se me quita:
justo ahora atisbo vivir en un frigorífico.

1 comentario:

Salva dijo...

¿Alejandro Saaaanz?

...