lunes, 28 de diciembre de 2009

25 de diciembre

Tal vez, por estas fechas, debería rememorar algo más que el nacimiento de Yesús, tal vez no debería olvidar que justo en estas fechas tú llegaste a mí. Lo hiciste más en forma de concepto que de objeto contínuo y presente, porque es normal la infidelidad en estos casos, porque las hay mejores y con mejor presencia (y oído). Supongo que aún estando en el ancho Pacífico no sería capaz de olvidarte ni de dejar de palparte en mente y objetos, está claro que me calaste un buen día, que te pedí a gritos y que llegaste en forma de presencia mastodóntica y abrumadora. Eras una compañera gorda, obesa y teñida de caoba, pero tus curvas me hechizaron desde primarios suspiros, ya sabía que tu presencia me llevaría hasta cualquier punto de felicidad jamás soñado. No siempre me das lo mismo que yo te pido pero yo también soy muy consciente de casi todo lo que me falta por darte, tengo en cuenta mis expectativas y mis posibilidades reales, también bien sabes que no siempre el ánimo, la rabia y la inspiración fraternal que requiero me acompañan. Muchas veces te pienso y te siento, no creas que son pocas las noches que me acuesto pensando en lo que somos y en lo que podremos llegar a ser, nuestro futuro es importante en cierta medida, no siempre de una manera vital, si en cuanto a la necesidad de un escape de la realidad. Bien sabemos que cada cierto tiempo llegamos a puntos de extasis pero que otras yo me replanteo demasiadas veces las cosas y la suerte no nos acompaña, es lo que tiene la falta de dedicación, te debería de cuidar más veces a la semana.


Y bueno, esto fue un tramo largo, jugamos a colmar paciencias, a desordenar decibelios y a veces jugamos a hacerlo bien. Se muy bien que si no nos topamos con paredones bien puede ser que esta historia octoanual podría ser simplemente un comienzo de todo pero, sinceramente, los dos sabemos que son más de dos y de tres las historias que ya se podrían contar al respecto...¡¡Incluso me pediste una disminución de peso y te pagué la operación!! Eso sí, tu color caoba tampoco se podría decir que haya evolucionado demasiado, aunque es cierto que ahora es más glamoroso...No me guiñes el ojo que me sonrojo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo, tengo fe en ti, y se que llegarás lejos, eres un buen tio, y musico, te admiro la facilidad para convertir las cosas ¡sencillas en cosas con un noseque...

Me encanto el texto, enamorado de tu bateria y de la musica.

Un beso grande !
bonito cambio.

Vir.