martes, 15 de mayo de 2012

El otro día conocí a un amigo

Esto es una historia verídica.

El otro día conocí a un amigo. 


El otro día conocí a un amigo, se llamaba John Wayne. Él no sabía quien era yo pero eso daba bastante igual. En estas cosas jamás importa el dinero. JW desborda emoción como a nadie le vi jamás en mi vida, JW baila encima de las nubes y aunque mil ninfas le tanteen sólo piensa en la que le espera al final del túnel. JW cayó muy abajo años atrás y pensaba entre correr hacia el balcón o quedarse tapado hasta arriba en la cama. A JW le salvó su ninfa y ahora son ya 9 años los que tienen en la espalda, y ni pesan un mg. En los ojos de JW se le atisba que hubo sufrimiento pero todo lo demás es amor y paternalismo. JW me enseñó hace una semana, el mismo día que nos conocimos, que hay que gente que piensa que las cosas son fáciles siempre y que en cuanto algo se trunca hay que abandonar el camino. También me enseñó que hay otro porcentaje que no ve así la vida. Me hizo darme cuenta en qué grupo estaba yo, me hizo volver a sentir la ciencia y no permitió que mi sonrisa se apagara en ningún momento. JW me hizo creer que sólo tenía que saber elegir un poco mejor, o, simplemente, no andar por caminos que ya se saben embarrados. Mentiría si no afirmara que alguien como JW cambia, en mayor o menor medida, la vida de uno. JW es mi amigo y si algunos más fuéramos como él el mundo sería maravilloso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, será que tienes que elegir mejor. Que tengas suerte.