Me dieron tiempo para no tener que pasarlo delante de pixeles y de comandos automáticos, me dieron tiempo para volver algo más relajado de la vida común. Lo poco que hacemos, en este occidental mundo, estresa.
Hoy pasé por casa de Marquitos, no el SUBComandante, sólo el de GES, que quizás también podrían valer las siglas como algún grupo de liberación. Me fui para ver que son grandes, que no hice mal en irme seguro de que la cosa iría para adelante y de que aún a sabiendas que todos necesitamos de los errores para volver de nuevo con más fuerza y perfección el trabajo no va a quedar en vano.
Parece que estará rodando por aquellos hemisferios dispuestos a sentir o a odiar dentro de muy poco. Por mi parte hoy comprobé que el acumulo de (buenos) sonidos que en tres semanas habían ido recibiendo las pistas no me hicieron perder pegada, para dejarme ver.
Con Tools en reproducción (present from Poland) y desconocida música rusa en la maleta aún sin deshacer me despido. Que lean para ser leídos.
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