jueves, 12 de julio de 2007

Algarrobico

En los tiempos de cólera y de masiva destrucción del medio ambiente parece que comienzan a surgir ciertas voces que salen a la defensa de su protección...son pocas pero al menos son. Tristemente existen los Parques Naturales. Digo tristemente porque hace apenas unas cuantas décadas este tipo de denominaciones eran impensables ya que prácticamente todo el planeta era un Parque en su conjunto, la Tierra desde el espacio muy posiblemente sólo tendría tres colores fundamentales: el blanco de las nubes, el azul de las aguas y el verde de la inmensa vegetación reinante.



Aún así, asumiendo que este mundo loco, este mundo DE locos, va en la dirección que va y que cómo mucho se podrá conseguir un leve retroceso del avance brutal nos queda como mínimo no podemos pensar en otra cosa que en mantener y proteger aquello que se ha decidido proteger, quizás como un vestigio.



El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar es un magnífico enclave ambiental situado en la provincia de Almería. Ir a visitar uno de estos parajes implica (al menos en principio) una cierta responsabilidad, un cierto compromiso, y por qué no, un cierto sacrificio en pro de la conservación del lugar. También hay asesinos culturales, asesinos ambientales...asesinos al fin y al cabo, gente sin escrúpulos, gente por y para el dinero.



En las playas de Carboneras (Algarrobico), en ese Parque Natural, se construyó un hotel de 441 habitaciones, tan a pie de playa que una subida del mar de apenas metro y medio habría convertido el hall en un deprimente balneario...Un juez hace dos años dictó una sentencia que impedía que se finalizara la obra, pero tras algún que otro mes de confusión, de manifestaciones y de buenas intenciones, la obra continuó y hoy por hoy el hotel está acabado y pulido, a falta de...¿de qué? De que todo a vuelva a como antes, en cuyo caso el estado tendrá que pagar los gastos ocasionados por no haber detenido la obra antes de que el revuelo en las organizaciones ambientales surgiera...o de que finalmente el hotel termine alojando a los deseos turistas de sol y playa.



Con demasiado más por decir sobre este tema y muy poco que poder desde el ámbito individual dejo aquí una de tantas aberraciones urbanísticas que tienen lugar en este país...puede que dentro de unos años nos arrepintamos. Espero.



1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad es que es una lástima que haya gente sin escrúpulos que lleve a cabo tales proyectos urbanísticos.

Como persona que ha crecido iendo todos los veranos a estas playas y lugares por tener familia allí...me parece que hay que actuar ya...y radicalmente contra estos constructores si queremos preservar lo poco que nos queda de estos lugares llamados parques naturales.

Un bexito!